Se oye el eco del silencio,
y como ruido de fondo...
mis acelerados latidos,
como lluvia mis lágrimas
como luz mi mirada
y la sonrisa reflejada
en el lago de mis deseos
desborda alegrías y risas
y a veces hasta maltrata sueños.
Un alma limpia y pura
con perfume a verde vida,
que se fue y se queda
que calla a gritos y en silencio habla,
que mira y ve pero es ciega
que no me toca pero siento cerca,
ella va y viene y vive a su manera...
entre el cielo y la tierra.
Silvia Sago
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