Fue una noche de verano, cuando una esfera de luz bajo del cielo. Intrigada, fui a ver que era. Pero en tanta oscuridad solo pude ver unos ojos de un negro intenso que me miraban. Un segundo después, el brillo de la luna descendió sobre aquel ser, que desplegó una inmensas alas. Me acerque, sin saber porque, y el celestial ser me tendió la mano. "Soy un ángel"- me dijo, "Baje porque tengo una misión en la Tierra, pero la caída me dejo débil".
Sin dudarlo, con toda la fuerza que pude, lleve al ángel hasta mi cama. Ahí quedo durante tres días, mientras yo lo cuidaba y alimentaba...
No supe bien porque, pero al mirar sus ojos me invadía una hermosa paz. Al tercer día, me hablo por fin. Me contó que su misión en la tierra era comprobar que todavía existía el amor. Estas fueron sus palabras: "Tu me diste amor, al ayudarme y cuidarme. Gracias a ti ahora se que en la Tierra hay amor. Pero ahora quiero sentir el amor, en cuerpo y alma" Sin más palabras, me envolvió con sus alas, me llevo a la cama. Y luego de un tierno beso me hizo el amor. No fue lujuria, ni deseo lo que sentí. Fue como estar flotando en el cielo. Al acariciar sus alas, era como tocar las nubes. Y en sus ojos, se encontraban todas las estrellas.
Al terminar, entre llanto y sonrisa, me dijo que tenia que volver al cielo. Pero que siempre estaría conmigo.... pues él me amaba, y yo a él. Me beso (el beso más dulce de toda mi vida), se convirtió en miles de destellos de luz y desapareció.
Así fue como me enamore de un ser celestial. Hoy se que mi ángel siempre me acompaña, y todas la noches me visita en sueños...