Con dolorosa precisión y tino
voy desbridando uno a uno tus bordes,
tus adherencias a cada cuerda
de mi tendinoso corazón.
Recorto tu imagen de mi pensamiento,
quito con pinzas cada hilo de tu voz,
cada huella de recuerdo del pulpejo de tus dedos.
Seco tu saliva
desodorizo tu olor
lavo tu mirada quitando los restos de retina detrás de mis pupilas,
silencio el eco de tu respiración.
Esterilizo tus besos
retiro de la tela tus óleos
te hago exéresis
previa asepsia y antisepsia;
que no quede nada de ti,
ni el mas mínimo vestigio ni evidencia
como si nunca hubieses existido.
Exhalo….
Apago la luz.