ESMERALDA...
LA REINA DEL JARDÍN
Una flor silvestre, sencilla cautivó su atención
y su belleza exótica
despertó el arrogante capricho
de ser su poseedor...
De distintas maneras endulzó sus oídos
con palabras, sueños y brillos
deslumbró su cáliz joven e inexperto
bebiéndole hasta agotarse
su tentador y apetitoso pólen...
Envolviéndola en gotas y rocíos de fantasías
reflejándola en arco iris de mil colores
se la llevó una tarde de primavera
a reinar su jardín de seudopasiones...
Con el paso de los días
ella fué sintiendo que allí no pertenecía,
apagándose su cristalina sonrisa,
ahogándose su frescura,
cerrándose sus pétalos libres,
creciéndole dolientes espinas
que marcarían su cofradía...
Una mañana de repente
se escucho una voz ronca
al cielo maldecir y reclamar
¿quién ha robado mi flor silvestre?
...tal era su egoismo y egocentrismo
que ciego estaba el jardinero
para poder entender la triste transformación...
Pués aquella sencilla flor
había perdido su mágico aroma y color,
por querer reinar un lujoso jardín
y no saber vivir felíz
en la naturaleza donde nació...
ESMERALDA