david valencia tobon
Náufragos.
Avenida alcohol alargándose hasta cruzarse con la calle de cocteles y tacones, además de ello se encuentran sitiados de edificios con abundantes cicatrices de avaricia y de un sol indigente…
Así vamos llegando hasta allí entre aceras de lagunas de luces de café y faros. No sabemos dónde estamos, solamente ya hemos llegado hasta aquí bajo una bóveda agujereada de miradas blancas allá y acá.
Ante nosotros un mar de revelaciones de cordiales mesas y manos con sus bríos, desilusiones y un apretujado cansancio en el plexo y en las plantas de los pies. He aquí el trágico desgonce de cuantos seres que vienen de la parábola trunca de lo laboral mal remunerado.
Y no sabemos dónde vamos a dejar nuestros cansancios, con ese querer atracar en cualquier puerto de música y vino después de un maratónico momento diurno