Hija del Sol

ESE CUADRO…

En ese cuadro de mirada enternecida y de esquinas prendidas,

se pintaron nocturnos cielos azules, quién sabe… si existidos…

paisajes apasionados y un entorno quizá lleno de testigos,

inspiraba a muchos en su visitar y, ¡qué pintura para acontecida!

 

Ese cuadro que por sí solo se comunicaba

a muchos les encantaba y hasta lo admiraban,

otros llegaron a amarlo y suyo lo hicieron

compraron su sonrisa y con ella se murieron…

 

Esa pintura supo vender sus ideas a su manera,

divertía y enternecía a su público de lo más amena,

pero para muchos… ella olía a pintura equivocada,

no sabía a verdad y su esencia la sentían adulterada.

 

Un día el lodo brotó de la pintura y se esfumó la magia que la envolvía,

el cuadro de paisajes, quién sabe si de verdades, éste se derretía,

quién sabe si todo fue verdad lo que tal artista una vez creó…

y tampoco se conocerá la verdad del misterio que su pincel silenció.