Caballero de otros tiempos…
Soy Caballero en formas, actitudes y pensares, soy como esos lugares que se adaptan a las sombras, soy un poco Don Quijote, un poquito Sancho Panza, soy como sutil danza en colores y confianzas.
Fui vencido en largas Justas, donde se batieron en templanzas, los más dignos paladines de la vida y las batallas. También vencí en alguna contienda, cuando sólo mi cabeza pensaba, hoy me siento con paciencia a escuchar corazón y chanza.
Anduve caminos perdidos, senderos polvorientos, caminé por donde los vientos aliviaban sus estampas, me arropé de las lluvias, en la sombra de alguna Dama y cabalgué con mi montura para enfrentar cada alba.
Hoy, Caballero sin armas, me despojé de la coraza y cambié mi gesto frío por caricatura mundana, colgué mis ataduras y conseguí bellas canas, que me tiñeron en blanco, los cabellos y las ganas, aprendí a decir “Te Quieros” con el cuerpo y con el Alma y a escuchar los anhelos que antes no escuchaba. Hoy con los años a cuestas y con ganas que son alas, espero lo inesperado y miro al mundo de cara, sin temores, sin desvelos y sin esperar nada de nada.
Hoy me siento con paciencias para no cansar mi calma, me dejo llevar por dentro aunque por fuera esté en calma, y observo con desvelos a quien su candor me entregara, vigilante por si puedo entregarle lo que buscara.
Caballero sigo siendo a pesar de las mortajas, caballero me siento y Caballero iré muriendo con mi camisa manchada, mis ímpetus fueron cayendo bajo el filo de la espada y mis ardores muriendo a manos de mi voz cansada.
Mi legado entregaré a quien en mi se arropara, y toda mi gallardía a los pies de mi Musa que es Dama, esa que anda perdida en busca de una añoranza, esa que está por llegar hasta mi humilde morada.
Autor.- Rafael Rivas.
©copyright. Todos los derechos reservados.
Prohibida la reproducción o copia total o parcial sin la autorización expresa del Autor.
//