Estar con Cristo… es muchísimo mejor.
Filipenses 1:23
Revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.
2 Corintios 5:4
¿Reencarnación o resurrección?
La idea de la reencarnación suscita interés en nuestros países. Su objetivo encubierto es quitar a la muerte su carácter trágico e inevitable, insinuando que nada es definitivo. Esta idea contradice totalmente el Evangelio y la enseñanza bíblica de la resurrección de los muertos. Es otra forma de la mentira que Satanás dijo a Eva: “No moriréis” (Génesis 3:4), mientras Dios declara a todos: “De la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio” (Hebreos 9:27). “Ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos” (Hechos 24:15). “Resurrección de vida… resurrección de condenación” (Juan 5:29).
Si creemos en Jesucristo, no debemos temer al futuro. Esos actos que nos hirieron e hirieron a los demás, esos pecados que ofendieron a Dios y cargan nuestra conciencia, el Señor Jesús los expió muriendo en la cruz. Sufrió en nuestro lugar el juicio que nosotros merecíamos, y ahora ha resucitado. Para los creyentes, la muerte, fin de la vida terrenal, los lleva al descanso en la presencia de Jesús, mientras esperan la resurrección en vida eterna.
Pero el que no cree en Jesucristo morirá en sus pecados (Juan 8:24), y “la ira de Dios está sobre él” (Juan 3:36). Resucitará para ser juzgado y lanzado al lago de fuego, la segunda muerte (Apocalipsis 20:12-15). ¡No se deje engañar por el espejismo de una segunda vida! “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo” (Hechos 16:31).