Tenerte, una ilusión tan lejana.
Sentirte, como si estuvieras junto a mí.
Mentirme, que todo esto es un sueño.
Extrañarte, como si te necesitara para vivir.
Y la distancia nos distorsiona,
casi confusa recuerdo tu sonrisa,
que me anhela y me perdona.
A mil años luz nos encontramos.
No sé si existes, sin embargo te reconozco.
Escucho el eco de tu voz,
desde lo más profundo de mis recuerdos.
Y mil años luz nos separan,
de un abrazo y un beso que resguarde nuestras almas.
Siénteme, escúchame y entiéndeme
que mi mirada es esquiva solo porque quiere que la busques.
Rompe esa distancia y toma mis manos,
ya no quiero caer y tampoco que tu lo hagas.
Sé que lastimo, se que miento,
pero a su momento pagaré mi condena.
Déjame creer que todo esto es posible.
Déjame soñar que amanezco a tu lado.
A mil años luz nos encontramos.
No sé si existes, sin embargo te reconozco.
Escucho el eco de tu voz,
desde lo más profundo de mis recuerdos.
Y mil años luz nos separan,
de un abrazo y un beso que resguarde nuestras almas.
Siénteme, escúchame y entiéndeme
que mi mirada es esquiva solo porque quiere que la busques.
Lemos Maximiliano Daniel