(para Verónica Andrea)
En Peumo y en Rancagua
hace treinta años brilló el Sol, naciste en la cañada, mas bella que un crisol. Apareció la incógnita, en género de mujer, bautizada como Verónica, con ojitos que hay que ver, fue creciendo rapido la niña, hasta que se convirtió en mujer, su grandiosa belleza encandila
ya NO es la niña del ayer.
Richard E. Vergara Bravo
Richard E. Vergara Bravo. Valparaíso-Chile