Armando Cano

POR QUÉ NO ME LLAMAS.

 

Y por qué no me hablas

si tienes los más de siete días de la semana

para hacerlo,

tienes las alas libres

Para volar aquí.

Tienes también la palabra esperanza

para usarla,

para convencerme,

para llamarme;

yo te esperaré con los cansados años

que aún me quedan

para conocer un mundo nuevo,

diferente,

para volver de nuevo a ti.

Por qué no llamas,

o te acercas

o claudicas.

Porqué sólo

emites señales

que el éter se lleva

y no deja prueba de tu amor

sutil.

Por qué no me llamas

y terminas ya mis penas

y se rompan las cadenas

que a tu corazón mantienen

por siempre atado.

Es ese raro sortilegio,

que me niega tu presencia,

el que no has logrado vencer,

el que impide que te entregues

con tus ojos y tu boca,

con tus risas y tus uñas

y esa tu alma de mujer.

 

 

© Armando Cano.