Cuando me disté tú perdón,
se acomodó mi alma
tus palabras sanaron mi alma.
Dije palabras insensatas
hable cómo necia
me cegué de coraje
y no medí mis palabras
y desde ese día,
había dolor en mi alma.
Se acomodó mi alma.
Cuando me diste tu perdón.
…No tengo disculpa,
pero te quiero decir
no soy así…
jamás voy por la vida
lastimando a la gente.
Si hay algo bueno… en mí,
es amar a mis semejantes
no deseo lastimar a nadie.
Se acomodó mi alma.
con tu perdón y mi alma sanó.
Sé, que fue de Dios,
que las dos nos encontráramos,
sé que Dios me guio a ti, muy en mi interior
no encontraba como pedirte perdón,
y encontré la oportunidad,
así conocí tu corazón, dispuesto a perdonar.
Que la paz de Dios sea contigo y conmigo,
fueron tus palabras…
Ya olvidé lo que paso igual olvídalo tú…
Se acomodó mi alma.
Cuando tu perdón sano mi alma.
no sabes cómo me arrepiento,
de aquello feo que dije,
nunca me sentí bien, siempre había culpa en mí
-Le pedí perdón a Dios y me sabía perdonada-
Pero yo quería tu perdón…
y tú buen corazón, con tus palabras sano mi alma.
Tal vez, nunca volvamos a ser amigas….
Pero me siento bien de sentirme perdonada….
…Tu perdón acomodó mí alma…
¡Gracias!
-Cuando perdonas quedas libre y dejas libre al que te ofendio-
Alicia Pérez Hernández
(No es la pluma la que escribe es el alma)