Ella,
un ángel sin alas
una bella cortesana,
la hermosura hecha humana
diosa que por la tierra vaga,
ella,
con su paso hipnotico
y ojos profundos y bellos
hasta ahora por mi solo vistos
en mis más gratos sueños.
Ella mía,
ilusión en cada uno de mis dias,
esa ilusión como una estrella
y yo solo en la tierra
como un hombre que sueña,
más todo poema y poeta tiene a sabienda
que el primer paso a tocar una estrella
es saber por quien se sueña
yo lo hago por ella mía
y por que fuese asi cada uno de mis dias.
Siempre,
alzaría mi copa y gritaría ¡siempre!
siempre el tenerte
siempre el mas que a todo amarte
siempre el nunca dejarte
siempre la muerte de mi ilusión
al cada dia poder acariciarte
más siempre sabido tendré
que el siempre, como todo, muere
y algún día deberás o deberé marcharme
por causas tantas indesibles
por que el tiempo trae consigo lo inexplicable
más el cielo será mi testigo
que nunca te consumirá el olvido
y que a cada latido, sea solo en mi o sea contigo,
estarás siempre conmigo.