Es la montaña, exuberante en lo verde
Es la corona de nubes, colmada de blanco
Es un velo que cae, saturado de gemas
Son gotas de lluvia, abrillantan la tierra
Cascadas traviesas, surcan caminos nuevos
Son hilos de agua, que felices llegan al río
Este se hace grande, es raudo y valiente
Al encuentro del mar, es ese su destino
Y yo aquí en observación, extasiada en tu magia
Madre naturaleza, elevada en espíritu.