Dices que aún nos amamos, entonces…
¿Dónde están los excites
que hacían que al besarnos,
embelesados en un abrazo,
de amor nunca nos saturábamos?
¡Dime!
¿Dónde está la melodía que, hechizados
de erotismo, escuchábamos
para alejar el sueño y, en los desvelos
suspirando goloso decías,
“quiero otra vez hacerte mía ahora ”?
¡Dime!
¿Dónde está el hedonismo crepuscular
que nos extasiaba y hacía
que con quejidos pidiéramos
a los inviernos su llegada
a destiempo para enfriar el viento
porque haciendo el amor
entre espasmos y espasmos nuestros
cuerpos sedientos ardían?
¡Dime!
Dices que aún nos amamos, entonces…
¿Por qué nos atrapó el hastío
y perdimos el rumbo?
¿Acaso es el tiempo al pasar
capaz de sosegar un amor
tan vehemente y profundo?
¡Dime!
Autora:
Amelia Suárez Oquendo.
Amediana
20 de diciembre de 2012.