Yo sé que aunque lo niegues mi amor no volverá
no puede haber dos besos iguales en la boca
ni nadie te lo juro… te ha de volver a amar
con este amor sublime que a solas te provoca.
Yo sé que has entregado - amor- en otro lecho
pero hay caricias mudas que sin hablar -musitan-
y las mías aún calladas te vibran en el pecho
y, a tu sexo en las noches oscilantes visitan.
Yo sé que te desnudas en brazos de otro hombre
que se refugia al caso en tu seno turgente,
pero aunque estés con él repetirás mi nombre
y al mirarlo lo sé… serás indiferente.
¿Qué pequeño es el mundo? Y tú aún no lo sabes,
te he visto por la calle con él… ¡y me da pugna y recelo!;
pero eres simplemente como las blancas aves
que aunque vuelen muy alto jamás llegan al cielo.