No apures el secado de las flores
No lo pienses tanto
Que atrasas el actuar del corazón
No escribas en papel los versos
Que aún no escucha el viento
Atrasa el final de siempre
Con silencios y desprecios
Respira desde mi ventana
Los recuerdos incrustados
Al adiós que siempre callo
Oye desde mi desgracia
Tu voz hiriente razonable
Mira desde mi herida
Tu sonrisa y sabrás
Porque aún estoy aquí