yeloamarilla

alimentando el monstruo

Aquí, consumiendo Neruda alimentando el monstruo, aquí donde lo único que queda indemne es este desajuste emocional sigo con el duro trabajo de aprender a leer los sentimientos, consumiendo este brebaje amargo que pasa por mi pecho y me causa dolor (físico)prosigo, hubiese seguido así de no ser por una llamada que mas parecía un poema susurrado sigilosamente al oído que otra cosa, ya no creo en la suerte, de pronto en la de el  si. pero yo, yo no tengo suerte a mi lo que me acompaña es una ridícula sombra que no vacila en darme una que otra patada en el trasero. Hoy alimento mis porqués, alimento mi monstruo.