El sonido del cenzontle da la bienvenida
al nuevo día con su canto magistral,
cada nota de su silbido invade de sensaciones,
de placeres por vivir con el amor de un querer.
Al atardecer la cigarra con su resonancia aguda
da gracias al sol despidiéndose del día que acaba de vencer,
recordando con su canto haber vivido con su amor un día más.
En la oscuridad de la noche el chirrido de los grillos
arrullan con su canto el alma para dar tranquilidad
por las turbulencias del pensamiento cuando tú no estás.
Pero tu voz con esa sonoridad al conjugar tus palabras
“ Te amo”, “te necesito”, “eres mi amor”, “abrázame”
“ámame”, “hazme tuya”, son un canto al amor cuyo sonido
es solo lo que mis oídos quieren percibir para sentirte
que siempre estaré junto a ti.