Señora..
Detrás del Atlántico estoy yo.
Voy caminando calles que me habitan
Que poseo y me poseen.
Estas calles distintas a las suyas
Vestidas de Diciembre en primavera…
Señora…
No arruinemos la tarde
Está tan bello el rosedal en flor.
La invito a caminar a mi costado
Podrá ver a mi mundo con sus ojos.
Verá que aquí la gente me conoce.
Total y sin reparos.
Disfrutemos la luz tan diferente
De esta profunda claridad de río
Que me llenan los ojos y la frente
De este cielo tan mío de mi calle
Señora…
Yo siento en estos días algo extraño
Un lento escalofrío,
Un ligero cansancio,
Que se presenta a veces
Casi como una herida en el costado.
Señora…
Si usted perdió su sol le presto el mío,
La abrazaré si tiene alguna herida,
Verá que nuestras sangres son iguales…
Usted sabrá, señora,
Que aquí y en todas partes
A la gente le duelen las heridas
Sobre todo en las tardes..
Señora…
La entero a usted que no soy una bruja
Y que saco mi escoba a la vereda
Para barrer las hojas cuando caen
En los otoños de jacarandaes
Dulces y malvas de otoñales tardes.
Aquí un día yo he paseado enamorada.
Pero también a veces he llorado.
Aquí pasee mis amores desnudos
Del brazo y por la calle..
Como habrá usted paseado
Tal vez por la Gran Vía
O por los olivares de algún pueblo olvidado.
Enlazando su mano tan pequeña
A unos dedos amados.
Señora…¿cómo es su Mediterráneo?
Como son las mujeres de su tierra?
Aquí somos bravías como el Atlántico,
Difícil de surcar y tumultuoso
Sabrá cuántos navíos naufragaron.
Mar de aguas tan profundas
En el fondo se esconden los tesoros
De algunas naves que un día nos robaron
Pero esa es otra historia del pasado
Y está tan linda la tarde que no cuenta
Mostrar los desagrados.
Usted no tiene idea
De todas las estrellas de este cielo,
Y de este olor a mar
Y del verde de este que es mi Prado.
Señora…
Ni siquiera imagina que contento
Que salta el corazón cuando lo veo
El vuelo del vestido por la acera,
El repicar de los tacones nuevos.
De raso o de jazmín estoy vestida
De fiesta bajo el cielo.
No sospecha usted lo que yo vivo
Ni la paz con que duermo.
Señora…
¿Se le perdió el Amor?...Le presto el mío.
Verónica.