Me has dado tanto,
sueños, luna llena,
dulces alboradas,
abrazos de oso,
historias fantásticas,
luz, pasión, color,
música sublime,
cielos estrellados,
bosques y montañas,
mar de aventuras
y tranquilas playas.
No soy la más apta,
ni la más bonita,
pero un día en tus brazos
se sentí hermosa
al todos mis poros
rezumar amor.
¿Qué fue de nosotros?
En un laberinto nos hemos perdido
no sigues mis pasos,
ni yo sigo los tuyos,
ya no caminamos
juntos uno del otro,
pero oigo tus pasos
y escuchas los míos,
ambos nos buscamos,
nuestros corazones
inquietos, dolidos,
desesperanzados,
por esta distancia,
luchan bravíamente
por encontrar la paz
que antes nos dimos,
tal vez llegue el día
en que el destino
llegue nuevamente a unirnos.
Mil tentaciones
nos cierran el paso,
yo buscó en silencio
trato de orientarme
pero es difícil
no querer llamarte,
no querer gritar
que sin ti no vivo.
Por los senderos
de esta vida loca
seguiré buscando
nuevos horizontes,
que me den la calma
que tu larga ausencia
me arrebató.
Mientras esto pasa,
ambos caminamos,
yo te llevo en el alma
tú, ¿me has olvidado?
no lo sé de cierto,
más si esto pasa,
sólo puedo decirte,
que este amor eterno
conserva su llama,
y mientras yo viva
seguiré esperando
a verme de nuevo
en tus ojos ámbar,
a tocar el cielo,
con sólo mirarte,
a sentir que vivo
sólo por amarte.
Serena camino,
tú me acompañas
te llevo en el alma.
Mientras haya vida
seguiré esperando,
a que tu regreses,
que encuentres la calma,
que llegues al puerto
de esta mi sustancia.