Desde que te conocí sabia que eras el amor de mi vida,
tus ojos iluminaban los míos,
tu voz estremecía mi cuerpo
y tus palabras fortalecían mi corazón.
Ahora que te tengo,
solo le pido a Dios que no permita,
que nunca termine este gran amor,
Porque tú y yo ahora somos un solo corazón,
y si llegase a separarnos moriríamos de amor
Podrá nublarse el sol eternamente;
Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la tierra
Como un débil cristal.
¡todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme con su fúnebre crespón;
Pero jamás en mí podrá apagarse
La llama de tu amor.