david del lignum cruxis

Símbolos emparentados

Contigo, un paso, un pasito,
contigo, dándome de cachetadas,
contigo,
pero contigo nunca más allá de la calma
solo en medio de la guerra,
del conflicto,
de la pasmosa caminata,
de la que en cuartos y quintos,
solo una casa habitada...

Mándame entonces la cuenta,
corroe la espina dorsal,
maravilla la suerte,
domina las secuencias,
informa débil
declara fuerte,
las páginas de esta vida un libro muy arriba,
un texto ameno, entre el llanto, dentro de él...

Es caro todo esto,
la billetera es escasa,
las monedas ya no suenan como de costumbre,
suenan sin brillo,
suenan, tal vez sonaron, no lo sé...

Y la cuenta se hace grande,
se hace, pero no se paga,
se junta,
se ríe,
se ríe a carcajadas de nosotros,
de ti.

Pero contigo aún,
contigo sentido,
contigo repasando el año
el siglo,
la moda, la que no sospecha,
la siembra, la cosecha, el edén pisoteado.

El espejo,
y los prejuicios dándose de golpes
en el pecho,
en la memoria,
en la panza de algún monstruo,
en lo que rueda
sin ya marcar,
sin dejar la huella:
la queja intensa,
que alguna vez letra gráfica,
ahora silencio,
dolorosa mudez.

¡Sin fe hermanos, nada es posible,
sin fe hermanos un poco más cerca el futuro borroso,
sin fe, el río se prolonga desde todos los ojos,
sin fe, tal vez adiós...!