Imagino tu rostro como tierno capullo
Que nació y aun no se ha abierto.
Imagino tu piel transparente a la luz
Que refleja el alma que posees tú
Imagino tus labios rojos como grana,
Finos como hilo de ceda perfumada
Imagino tu cuerpo siguiendo los contornos
De tu figura flácida tendida en la arena.
Camino por el prado verde siguiendo,
Siguiendo los aromas de tu pelo que al viento
Perfuma el universo.
Y me imagino ser dueño de ese ser candoroso
Que hace que reluzca la oscura penumbra
Y se agita en mi mente por ti inmensa pación