Huir entre las tinieblas,
corriendo en el bosque
agitada y cansada
deseo descansar, de la pesadilla
que acaba de empezar.
Ya soy prófuga,
que entre miles de hombres
buscan mi rastro, sin tropezar
para llevarme a la celda
y con cadena perpetua entregar.
Me buscan por tierra y mar
hoy ya en la oscura soledad
acorralada y escondida me encuentro
sin salida, sin memoria, sin sentimiento.
Perseguida por la ira de su Dios
en pecado he llevado su sacramento
de la obediencia no e sido vuestra
ese es mi sufrimiento.
Desertora me han gritado
que condenada a vivir
entre cuevas de llanto y cenizas
me han confinado a sufrir.
Soy la fugitiva
de un crimen que cometí
sin ser descubierta debo marchar
sin rumbo fijo y sin hogar.
La noche me guia
por su senda eterna
que oculta de mi,
el rostro de la culpa verdadera.
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