Veintiuno de diciembre
No se llegó el fin del mundo
y continúa la vida
la tierra, gira que gira
en el espacio profundo.
No hubieron extraterrestres
con sus naves espaciales
para llevarse los males
de aquestos pobres terrestres.
Quién creyó por un segundo
en tal patraña y mentira
con recelo ahora mira
a ese vocero profundo
que le habló de profecías
y de un viejo calendario
que afirmaba, cual notario,
el final en estos días
en diciembre y a veintiuno
para hacerlo más concreto,
este día por decreto
no quedaría ninguno.
¡Qué suenen las chirivías!
se equivocó el funcionario
al creer en ese anuario
tan lleno de fantasías.
© Eduardo González Cuartango
21/12/2012 22:30:00