IN LAK' ECH
Resuenan los caracoles,
y el sacerdote invoca a los dioses,
en lo alto de la pirámide,
del mismo kukulkán,
resuenan el teponaxtle.
Los guerreros comienzan la danza al fuego,
hipnotizados por los ruidos sagrados,
es la hora de su llegada,
llegada de la serpiente emplumada.
Con el paso de la ceremonia,
el copal incita a mover el espíritu,
agitando la carne ancestral,
danzando cada vez mas rápido.
Del cielo caen las estrellas,
los titanes se alinean,
el nuevo ciclo se aproxima,
y los herederos de los dioses,
en sus corazones, la luz anidan.
Se ha tornado el mundo en obscuridad,
la obscuridad por excelencia,
la madre tierra ha entrado,
al cinturón fotónico,
con la esperanza milenaria,
de una raza evolucionada.
¡Oh creadores!
Dadores de vida,
visitantes cósmicos,
muestren a la raza humana,
la luz del universo.
Que resuene el teponaxtle,
aunado con el vigor de los caracoles,
que la danza de los hombres,
transforme el cuerpo,
en luz, paz y equidad humana.
HALA KEN