Ricardo BV.

La tenue Poesia

La tenue poesía

 

 

Día fortuito ha sido este

quien diría que conocerte

seria mi mejor suerte.

 

 

Contemplarte es deleitarme,

pero tocarte pleitesía.

Que callen los que ignoran

el mar absoluto y desmedido

la noción febril que yo he conocido.

 

Yo solo pienso en la otra vida,

La que vivo hoy es solo de ensueño.

No existe alquimia para desunir

Este ósculo perpetuo.

 

 

Dios me concedió el tenerte y yo

el agnosticismo he dejado.

Hoy en Dios he creído

Quien sabe si mañana la ciencia

me conceda otra visión de la vida.

 

 

El cielo cristalizado, en la transparencia

de tu cuerpo, desatado aun, bendecido ya.

el relámpago de tu boca: adocena y me toca.

 

 

Soñarte en mis desconciertos,

Como cuando deambulo en lo infinito,

Prendido del espacio soñándote que sellas

mi alma partida de aciagas instancias.

 

 

La sed no zaceada me reclama

Conocer tu cuerpo, un solo cuerpo como día derramado

Y noche devorada;

La brillantez de unos cabellos

Que no apaciguan nunca mi frenesí inquietado.

El cántico que llego hasta  tu pecho y escalo hasta las

Sendas de tu cuello, por la neblina de invierno

hasta rozar tus piernas en los ramajes de la primavera.