Deja que te ame, solo en mi silencio,
Que mi corazón sea feliz en tu distancia,
Que tus besos vuelen dulces a mis labios
Y mi alma se ensanche, en tu mirada.
Que sea el bosque, el grite tu nombre,
Mientras la noche, se viste de gala,
El amanecer se marche con la aurora,
Y que los mares, enamoren caracolas.
Quiero seguir soñando que me amas,
Aunque sé, que sin ti no hay alegrías,
Esto no es muerte, ni dolor, es agonía,
Mientras me consumo, con mis ganas.
Como añoro el calor que da de tu cuerpo
Sin olvidar el néctar rosas de tus labios,
Estar sin ti amor, mi vida es un calvario
Estoy aquí, y sufro, aunque no lo merezco.
Son dulces pétalos, de rosas tus mejillas,
Suena tu risa como alegre, campanillas,
Ruiseñores cantan a su amor una coplilla,
Y sueño tu amor, tal vez de mentirilla.
No guardare rencor, si no me amaste,
Ni el soñar con tus caricias, me despierte,
Puedo morir de amor, si no he de verte,
Y solo quiero despertar, sí, he de tenerte.
Autor, Joaquín Méndez.
©22/12/2012 2:21:35©