Tus zapatos de cristal son el agua que bebo a diario,
cuando pasas con esa sonrisa florecida, siento vuelo,
por amarte, sólo me basta recordar tu alma natural
con su simpleza pero tan completa que llena mi vida,
eres apasionada al fijarte en todo aquello que valoro,
aunque a veces no lo merezcas, el dolor ajeno es tuyo,
eres tiempo para el de los demás, eres diosa de todos.