Mi perro muy asustado está
y debajo del sofá se mete,
en esas épocas de navidad,
cuando suenan tantos cohetes.
El no sabe de fuegos artificiales
ni sabe que diciembre es la fecha
en que los distintos sitios comerciales
venden explosivos a diestra y siniestra.
Pobre de mi perro que asustado
no disfruta estos días de navidad,
pienso que el que estos fuegos ha inventado
no tenía un perro que le pudiera ladrar.
Alejandro J. Díaz Valero