Un día como hoy, con el vaivén típico de las navidades,
Como es común cuando sentimos que olvidamos los pasados,
Y la tristeza se va marchitando como flores ajenas a su tierra,
Me levante despabilado como siempre,
Hice de mi día como la rutina indicaba, a fin de que llegara la noche,
No pretendía más que llegar a casa tomar una taza de café y verte reír,
Ahí tendida como siempre en la cama o el sofá,
Donde la comodidad te acompañara y el frio no se posara en tu piel,
Esa noche llegue y todo era soledad y frio,
Me cubrí; busque en cada puerta y no estabas tú,
Las lágrimas se hicieron presentes pensaba que era lluvia,
No muy lejos de aquí, una parte muy importante de mi estaba muerta,
Lo había perdido todo, en especial tu risa hermosa y tus risas,
Había perdido también tu compañía,
Desde esa noche que no está aquella mujer Calendario,
Me bordo con estrellas el alma y guardo algunas por si mañana el cielo esta nublado,
No sé si alguna vez me amaste realmente,
Pero es cierto aun guardo la peregrina esperanza de sin saber,
Con que motivo o cuando tu regreses buscándome,
Para decirme que hace frio en tu corazón,
Y que te faltan las historias de un Dragón.