Marasmo
Aquí la vida es lenta, aquí nada se mueve,
El rio parece un mágico espejo embelesado,
La fronda cual un óleo impávido, ni huele
Porque al viento del trópico el sol lo ha sosegado.
La fauna adormecida por el calor, si advierte
La presencia del hombre también amodorrado,
Impertérrita yace, sin temor ni a la muerte
Porque si todos duermen, el miedo es ignorado.
La calle polvorienta ve las casas abiertas
Y nadie hay en ventanas y solo hay en las puertas
El gozque cancerbero, tranquilo y dormilón.
La tarde va pasando y cuando el sol se ausenta
Aquí la vida vuelve a recobrar su fuerza
Pero nada ha cambiado, todos son lo que son.
fernandocardonakaro