Amanezco enfermo
de amanecer
mirando el cielo corrugado
de esta casa.
sin ti...
el alma gotea
poco a poco
fuera de mi.
Refugio del llanto mudo,
aspirina contra el silencio,
en silencio
me enumeras
todo aquello que perdí.
Desierto de sábanas tristes,
mis manos se quedaron sin fuerzas,
dame valor para morir en ti.
Luz del alba,
a mi derecha
vacias tu cuerpo doliente
sobre el vacío que dejo
su cuerpo.
Es la muerte amenecer
con la ausencia de sus ojos
y con el sabor de su presencia
acariciandome,
como acaricia la muerte
el rostro de un muerto.
Amanezco,
enfermo
de amanecer
mirando el cielo
corrugado de su ausencia.