Eres gitana morena, la que a mí me ha enamorado
Y tienes a mi corazón, de los celos destrozado.
Eres igual que una estrella, que no se puede alcanzar,
Eres el cielo y la tierra, mi ilusión, mi única realidad.
Tus labios son mi veneno, tus ojos mí iluminar,
Tu cuerpo es un lago azul, donde me quiero bañar.
Eres mi sueño en la noche, y en el día, mí pensar,
Eres fuente de agua clara, la que mi sed, saciara.
Eres gitana morena, carnes de color de miel,
Eres el bálsamo mágico, cuando acaricias mi piel.
Me, peleo, con la distancia, que me separa de ti,
Quisiera tenerte, cerca, y así, hacerte muy feliz.
Las flores son tus enemigas, de lo celosas que están
Hasta el sol quiere besarte, cuando la luna se va,
Tu boquita es mi tormento, cuando estas lejos de mí,
Tus pechos son mis deseos, sin ellos puedo morir.
Tus piernas son mi autopista, hasta tu flor encantada,
Cuando paseas por un bosque, te conviertes, en hada,
Los ruiseñores te cantan, bellas canciones de amor,
Y aquel lucero del alba, por ti, muere de dolor.
Tu pelo es trampa mortal, donde mis dedos se enredan,
Tu sonrisa es esa droga, que me alivia y me condena,
Tus ojos color café, me tienen tonto perdido,
Yo me bañaría en tu cuerpo como en las aguas de un río.
Eres gitana morena, la que a mí me ha enamorado
Y tienes a mi corazón, de los celos destrozado.
Eres igual que una estrella, que no se puede alcanzar,
Eres el cielo y la tierra, mi ilusión, mi amor, mi libertad.
Autor, Joaquín Méndez.
©22/12/2012 11:40:31©