SONETO AL PADRE (II)
Señor, oye mis súplicas agudas
yo se que con tu luz siempre me bañas
quita de mi palabras tan extrañas
o que, en la hora; las mismas sean mudas.
Se que a cada momento tu me ayudas
no importa cuáles sean mis hazañas
quita ya de mis ojos las lagañas
y de mi boca las palabras crudas.
Conoces realmente mi vocablo
y quisiera ser como Pedro o Pablo
y en la fe ser bastante fuerte, recio.
Ser fuerte como cuerdas de una red
aunque, podría yo con tanta sed
ser un esclavo de la luz, o un necio.
Autor: Jareth Cruz