Inmerso en un mar de egoísmo,
aletargado en mi cinismo,
buscando lo prohibido
donde nada se me había perdido.
Esos pensamientos banales,
esas mujeres ninfomaníacas que fluían a raudales,
en aquellas noches desenfrenadas,
embarradas en el placer.
El licor me hacía sentir el hombre más valiente,
hasta que llegaba un teniente
y a la cárcel me tiraba.
Al otro día despertaba,
como el más vil indigente,
sin saber el futuro que me esperaba.
Las drogas me llevaban a otro nivel,
me extasiaban en el espacio,
alucinando despacio,
que yo era el rey.
Embelesado en la pornografía,
me implique en una orgía,
luego aposte hasta mi alma,
perdí hasta mi cama,
mientras en el fango me hundía.
Recuerdo el más grande dolor
en las heridas de mi alma,
encajado en mis entrañas,
¡jamás supe que era el amor!
Hasta que surge en mí
¡el poder de la oración!
Señor mi Dios,
Tengo un nudo marinero en la garganta
que no deja salir lo que tengo,
un remordimiento que se acrecienta
con lagrimas retenidas de a ciento.
Perdóname al no poder expresarme
pues, será el berrear algo inevitable
aunque por ser hombre dirán: es “discutible”
no importa, me es menester desahogarme.
Señor soberano
Ahora reflexiono en Las riquezas que acumule
aquellos cariños que compré, las inversiones,
los viajes en crucero;
con todo, en su momento disfruté.
Señor, mí Dios
deseo tanto que de mis transgresiones
no te acuerdes o seré
¿acaso ante tus ojos como la hiel?
¿Acaso en un futuro mis palabras te pueden
saber a miel?
Y si condesciendes a mi altura
y me impones la más terrible pena
para purgar mis penas.
Cuanto daría por que las cosas vividas
fueran ajenas.
Quererte tanto para salir de este fango
estar contento y serte sincero
pedir a diario el espíritu santo
¿Cómo hacerlo si no lo siento?
¿Cómo lograr vivir en medio de los problemas contento?
¿Cómo evocar sentimientos hacía ti?
para que me ames a mí
y te pueda orar todos los días a ti
y me escuches a mi.
¿Por qué me tienes a un vivo?
¿Cómo encajo en tu propósito?
¿Cómo ser en lo espiritual asertivo?
y obedecer tus requisitos.
Oh señor soberano,
me dirijo a ti, muy respetuosamente,
para pedirte que seas mi amigo,
reformes mi mente
y andes siempre conmigo.
Dime Dios,
¿Por qué en medio de las personas
me he sentido solo?
¿Por qué en medio de las riquezas
he sentido un vació miedoso?
¿Por qué me has puesto en este mundo?
¿Por qué el vació rotundo?
¿Qué papel he de desempeñar?
¿Por qué el prójimo tiene que engañar?
Sabes Maravilloso Dios…
he caminado por desiertos áridos e inhóspitos,
he conocido personas ricas y famosas,
de este mundo he tenido las cosas más hermosas,
hasta he creído en fabulas cuentos y mitos.
No obstante Señor,
Disculpa mi franqueza de expresión
son palabras que salen del fondo de mi corazón
¿acaso no puedo sentir esa ilusión,
que me envuelvas en el calor de tu amor?
Sin embargo Mi Señor,
muy respetuosamente a ti me dirijo
porque quiero ser tu amigo
¡Hagamos las paces!
para llevarte siempre conmigo
pues ya no quiero ser tu enemigo.
Señor soberano,
escucha por favor,
sé que tu eres un Dios aniquilador
que estar de tu lado es lo mejor,
entonces, envuélveme en tu fulgor
Dios acogedor.
Maravilloso Dios.
¿Cómo se que tú has perdonado mi persona
que no quiere quedar desgarbada?
¿Quieres tú barbechar mi alma encorvada?
que quererte quiere quedar condenada.
Sabes MI señor,
¿Puede llegar a ti mi oración que sale de mi corazón?
¿Cómo olor de aceptación?
¿Cómo olor fragante?
¿Qué tan ocupado estas como para escucharme?
ó ¿para consolarme?
¿Te es preferible expandir el universo?
donde no hay nada defectuoso.
Llevar las estrellas recién creadas a una guardería estelar,
para luego tejer el polvo cósmico como perlas de collar,
dándole un cálido resplandor interestelar,
como novia que resplandece en un hermoso ajuar.
Oh Dios majestuoso
Creador de las galaxias y de la Nebulosa del Lápiz,
la cual usas para dibujar las constelaciones
que con sus gracias al universo hacen feliz,
al suave vibrar de sus canciones.
Basta con ver a la estrella Antares mostrando sus vivos colores.
a la Vía Láctea que inspira tus amores,
a los Soles nacientes con sus núcleos ardientes
y a los ángeles que son tus fieles sirvientes.
Te es menester usar el gas nebular,
para jugar con el enérgico viento de partículas infla burbujas,
invitando a los ángeles a jugar y así una relación afianzar.
¿Será que esto es mejor para ti que mi oración escuchar.
Soberano Dios,
hincado de rodillas,
las palmas de mis manos juntas
cerca de mi barbilla,
permíteme inquirirte:
¿Puedes instruirme para ser una rosa en tu jardín?
¿Acercarme a ti como lo hace un serafín?
¿Darme el poder de la muerte?
¿Quieres hacerme espiritualmente más fuerte?
La tierra es parte del universo infinito,
pensar en ello me hace infinitamente diminuto,
tu poder es inconmensurable,
tu infinitud es incomparable.
Maravilloso Dios
Gracias por permitirme contemplar
luces tachonadas en el firmamento,
en aquellas noches que cierro mis ojos
y siento que mi amor por ti va en aumento.
Gracias Dios
Por fijarte en mí,
en este hombre incircunciso,
que en cuanto a modales es impreciso,
que se había olvidado de ti.
Quiero ser ante tus ojos,
como algo deseable, aunque este lejos.
Incienso que en humo grato sube hasta ti,
de modo que estés pensando en mí.
Magnifico instructor
Mediante el sol me enseñas de tu poderío,
con tu aliento me abrazas cuando tengo frío.
Con el aire me instruyes de tu generosidad,
me alimentas gracias a tu bondad.
Dios Esplendoroso
Las estrellas hablan de tu Majestuosidad,
las nebulosas de tu creatividad.
Tu luna inspira a los poetas,
que de tu creación escriben
los más bellos poemas.
Perdóname te lo digo de corazón,
hazme tu instrumento de salvación
Jehová dame la fuerza de tus ángeles,
para que mi alma, mente y corazón a ti te sean fieles.
en el nombre de Jesucristo, Amén.