En mi castillo estaba, presa de mis emociones,
rodeada de lamentos, quejidos y sollozos de múltiples victimas que sacrifiqué
en el intento de buscar la sangre y el alma más pura que existiese en el lugar.
Pues en aquellas ruinas y en lo mas recóndito de mi alma
sabia que no existía ni sangre, ni alma que se igualara a la tuya
la que en sueños probé… entre el placer de tu carne, tu esencia y tus besos.
Sin encontrar lo que buscaba, como loca, del castillo me alejé
tratando de dar sentido…. a lo que pasaba
aunque ya perdida en el espacio me encontraba
porque sin buscarte, entre parajes desconocidos te encontré.
Me acerque sigilosamente como si fueras imponente peligro….
Lentamente perdía la calma
pues el poder de tu alma, que emanaba por la delicia de tu cuerpo,
me hacia retroceder
mas mi instinto con ansias devorarte quería,
sintiendo perfectamente lo valioso de tu ser.
Y como encrucijada directo al corazón .. que no te amara
ordenaba el instinto y la razón.
Pero como no amarte si tus labios de plata y tu cuerpo de bronce
se introducían en lo mas profundo del corazón y del alma
mas aquel corazón que no existía, que no latía, aquella noche comenzó a latir.
A latir mucho mas cuando mi cuerpo recorrías con tus manos
y con el placer mundano a esta vampiresa convertías en mortal.
Era un hecho que mi debilidad serias, si a cazar había salido
y entre tus brazos, tus besos y tu cuerpo me encontraba
envuelta en la angelical lujuria de poseerte,
increíble era que la pureza de tu alma detuviera mis bajos instintos asesinos.
Y entre el placer tuyo y mio… reaccione de impacto
tirándote al suelo, donde inmóvil estabas sin comprender
mientras yo venerando tu cuerpo, tu alma, tu ser
prisionero te tenia como desde un principio se debió hacer.
Cuando mis colmillos a centímetros de tu cuello estaban
una lágrima de mis ojos sentí caer
sabia que no podía hacerlo… que matarte no podría
ni por tu sangre, ni por tu alma, ni por tu ser,
mientras esperabas cualquier decisión mía
también llorabas… porque amor sentías, lo podía ver.
No pudiendo continuar con aquel macabro intento, te liberé .. ordenando que te fueras
mas tu sin escuchar, directo a mis labios fuiste… desbordando pasión.
pues la estupidez y la valentía de tu corazón, en el más grande de los guerreros te convertía.
No obedeciendo a mis instintos y escuchando al corazón
ante el placer que tú me ofrecías… me rendí
amándote como si no existiera un mañana.
Hoy no recuerdo más de aquella noche en que liberamos nuestros más apasionados instintos
en el que nos olvidamos de todo lo material, dejando nuestros cuerpos al compás del viento.
aquella noche en que esta vampiresa entrego más que un latente corazón.
Y hoy que ya no estas mi valiente guerrero, es inútil arrepentirse
de no haberte hundido mis colmillos en el cuello, en lugar de haberte amado….
como jamás ame a ningún mortal.
Atte.
Sirenita ♥