Estoy por partir...
faltan muy pocos días,
y mi ansiedad por liberarme
de esta cotidianeidad
no tiene límite. Voy en busca
de paz y tranquilidad.
Deseo serenar mi corazón.
Apaciguarme. Serenarme,
tratar de arrancar de mi alma...
los problemas diarios de la vida.
La vida tiene sus alegrías
y sus tristezas.
Para mí, y para todos.
No hay excepciones.
Solo tengo que resignarme
a aceptar las intensas
dolencias internas.
Sobre todo, las injusticias.
Injusticias que considero propias,
unidas a los demás.
A la gente, a todos.
Injusticias que siento en mi alma
sensible de ser humano.
Nada que ver estas injusticias
ni con temas poéticos
ni con poetas/isas.
En absoluto.
Solo es por algo estrictamente
personal.
Amo a mis amigos de poemas del alma,
sin excepción, aún a los que no conozco.
Recalco esto, para que nadie pudiese
llegar a pensar algo que no es.
Mi dolor es por las situaciones
que estamos padeciendo
muchos de los argentinos.
También por situaciones personales,
que tales son, personales.
Tengo mi forma de pensar,
y ya por costumbre,
pienso y transmito.
Y transmito porque confío
en mis amigos, ustedes, los
poetas/isas.
Todo ha de ser superado,
en ello confío.
Por ser una persona de Fe.
Tengo la plena convicción
que Dios me ayudará a aplacar
las injusticias que siento
en mi corazón.
A mis muchos amigos:
quédense tranquilos,
descansaré y lograré
hallar la paz.
Todos los derechos reservados de su autor( Hugo Emilio Ocanto - 25/12/2012)