Voy caminando bajo mi paraguas,
en esta torrencial noche de tormenta
y lluvia.
Sobre veredas sin baldosas.
Barro que se incrusta en mis
desgastadas zapatillas agujereadas.
Camino a mi casa.
Mi casa, ojalá fuese una casa...
es un pobre rancho viejo.
Sin comodidades para humanos.
Nosotros allí, parecemos bestias enjauladas...
Todo es feo, horrible.
Pobre, muy pobre.
Nos faltan un montón de cosas
para poder vivir más decentemente.
El trabajo de un albañil, a veces,
acarrea dificultades...
En un día como hoy,
no hemos podido trabajar.
Todo el día lloviendo...
hasta ahora.
Salí esta noche a a ver si podía conseguir
una changa más,
pero no concreté nada.
Está difícil la situación laboral.
Entro a mi rancho. No tenemos luz eléctrica.
Está encendida la lámpara a kerosen.
Sobre la cocina hay una cacerola
con un poco de agua y arroz.
Caliento mi cena.
Todavía los carbones están encendidos.
Hace mucho calor esta noche.
Dan ganas de salir desnudo
a la calle, y bañarme
bajo la lluvia.
Y si así lo pienso...
¿por qué no lo hago?
Ya he tomado mi sopa.
En los alrededores de mi rancho,
no hay casas, ni ranchos cercanos.
Me quedo desnudo y me meto
debajo de la refrescante lluvia.
Entro, y mi esposa
ya hace tiempo que está acostada.
Me espera, como siempre que llego tarde,
acostada y completamente desnuda.
Mis ojos van hacia su cuerpo,
como siempre joven y bello.
Los dos, completamente desnudos...
Me acuesto, y comienzo a acariciarla...
Ella ya había escuchado mi llegada.
Sigo acariciando... le doy un beso en los labios...
después, sigo descendiendo
mi boca sobre su cuerpo desnudo.
Mis besos llegan hasta sus pies...
asciendo...beso, beso... sigo
ascendiendo hasta llegar hasta su pecho,
los cuales succiono...
Mi esposa se contorsiona toda de placer...
como yo...
llegamos al clímax...
qué placer me has dado querida...
¿y ahora por qué me rechazas así...?
Hemos estado viviendo momentos de pasión,
y ahora me empujas de la cama...
¡Claro, las goteras! Las tres malditas
goteras de nuestro rancho...
ya cuando deje de llover
voy a taparlas...
tienes razón... lo prometí varias veces
y todavía no lo he hecho.
Lo haré, ya verás... pero no me
hagas a un lado de esta forma...
¿mis manos, qué tienen mis manos?
¿que están callosas...? Hace tiempo
que las tengo así... Soy albañil,
no un vendedor de zapatos...
Ni que fuera la primera ve que acaricio
tu cuerpo con estas manos...
así, callosas...como vos las sentís...
¿no te das cuenta que todas tus quejas
me hacen mal? ¡pero qué querés
que haga si no consigo otro trabajo...!
¡y no quiero que salgas vos a trabajar...!
Tienes razón, si te llamó esa amiga
para que le des una mano en la casa,
andá nomás... pero no vayas a trabajar
gratis...cobrale... lo que corresponde,
no vayas a trabajar gratis... cobrale...
lo que corresponde, no vaya a ser
que quiera arreglarte con unas monedas
diarias... y si dices que tienen dinero,
no seas tonta haz valer tu sacrificio...
¡como hago valer el mío...! ¡eso me dices!
¿no te das cuenta
que la situación está muy
difícil para todos?
¿y yo qué culpa tengo? me rompo todo para laburar... y vos me rechazas porque tengo callos
en las manos... ¡qué injusta eres...!
¿que dónde voy ? ¡a hacerme arreglar las manos
con una manicura, no hagas preguntas tontas!
no lo concibo... hace un rato estuvimos
haciendo el amor, para ahora estar así...
peleándonos como perro y gato...
¡salgo,simpemente salgo...!
para que la lluvia tape mis lágrimas...
Todos los derechos reservados del autor ( HugoEmilio Ocanto -26/12/2012)