Hoy es un día especial, este poema no es para el amor ni para los deseos encontrantrados, ni alivia dolores ni cura ansiedades; es para ustedes –amigas y amigos- literatos inmersos de paz y armonías, ustedes que escriben y yo que he leído. Ese es el enigma de todos nosotros que nos dedicamos a aliviar el alma, curamos heridas o grietas inmunes que en las manos sangran por viejos rencores. A ustedes que transcriben penas y dolores , me dirijo, blasono la suerte de haberles conocido. (Me refiero a todos) los que están conmigo y los que están lejos qué he aprendido de tantos bemoles que la vida impone en cada momento.
A ustedes no puedo dejarles ya nada, porque todo tiene, ¿qué puedo ofrecerles? Humilde me postro para agradecerles su tiempo y su historia que entre sus escritor legaron el tiempo; no bajen la guardia la fama es un mito… porque sólo muertos nos nombran quedito.
Sería una farsa decir –que no siento- Y para no errarle no nombro a ninguno, porque es infinita la lista y no acabaría de, describirlos a todos; pero ustedes saben que éste es su poema, sin tantos tatuajes ni tantas mentiras, ustedes son ilustres por ser camaradas y eso no se escribe se lleva en la sangre.