Oye estimado amigo,
te daré un valioso consejo:
Cada vez que tu día
haya caducado por fin,
y te acuestes sobre
las viejas plumas de tu almohada,
procura, por el amor a tu templo,
procura no contar ovejas.
Pues eso es lo que ellos quieren.
En tus sueños eres libre
no hay condiciones: Libertad.
libertad de la aritmética
libertad de la moral
libertad de la percepción.
¡Por eso, querido amigo!
no malgastes tu tesoro;
no sistematices con ovejas
sino, vé al infinito
saboread los astros
abrazad a la belleza
asesinad al maldito viento.
Ya has oído, camarada,
goza el único albedrío.