Rafa Rivas

Desperté a tu lado.

Desperté a tu lado.

 

Desperté a tu lado y no pude encontrar ya el sueño, me sentía pequeño al sentir tu cuerpo, y mi corazón anclado a tu cuerpo rosado me hacía regalarte las caricias de mis manos.
Desperté a tu lado y creí que soñaba, recordaba cuanto me costó enamorarte y lo mucho que sufrí al pensarte en las tinieblas del desasosiego, mientras te mostrabas libre al viento de todos los sueños, y quien quisiera soñarte en sus trozos pequeños…Desperté a tu lado y fue como un eclipse de ilusiones, que en la alcoba oscura y con mis manos en tu cintura, sólo pensase en el calor que tu cuerpo daba a mis dudas.

Tras la tormenta de pasiones y fundidos los corazones, fueron los ojos quienes hablaron, allí, tendidos en aquél suelo y frente al fuego consumido, nuestros ojos antes perdidos, enlazaron sus miradas, las pupilas dilatadas y las sonrisas dibujadas, daban sentido a lo vivido, escapaban al olvido de la soledad del tiempo.

La voz tenue del deseo había hablado con recelo del porvenir inminente, y con besos en las frentes, caricias en las almas y músicas imaginarias, deleitamos de fragancias las esencias encendidas de pasiones, los cuerpos arroyados con sublimes devociones y la esperanza en el futuro candoroso como un halo luminoso que trazara los destinos, brindamos con el frío vino y tras el trago embriagador, volvimos a amarnos con pasión desenfrenada, en busca de una magia que llenaba hasta los pozos más vacios, despertando una y otra vez a tu lado, para el resto de los días… para todo lo que hubiese imaginado…

 

Autor.- Rafa Rivas.

 

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