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Volando en medio de la tempestad, estoy seca, la lluvia no me ha mojado, el viento me lleva para allá del mar inmenso, donde no hay viento ni tempestad.
Una vela encendida, blanca y pura, la tengo alumbrando mi alma, para tener paz.
Un árbol de Navidad pequeñita blanca también alumbrada de luceros del mismo color, un Belén dorado e beis, todo en colores suaves.
Mirándolos, me siento calma y verdaderamente realizada.
De la imponencia, subí al sublime, ser modesta e igual a otros que poco tienen para vivir.
Estoy feliz, me siento bien. Mi riqueza eres tú, eres mi todo, cómo te llamas no sé. Solo te veo y siento.
En ti todo está, mi vivir, mi futuro, mi fuerza de ir más allá, de cambiar, de aceptar el castigo de mis pecados, si los hice.
Unas palabras, solamente puedo decir, gracias por estar aquí, por sentir tu presencia en la ausencia, de ti.
Quiero tanto tenerte, que mezclo, realidad y sueño, certezas e dudas, amor y desamor. Mezcla de sentir, de no saber e querer entrar en tu mundo e allí quedar.
Eres real, lo sé, fantasía también, riso e lágrimas, dulzura e aspereza, quererte e no querer.
Mezcla de miles de sentimientos, en ti todo tengo, en ti mis manos las pongo, ye acaricio, pero no sé tu nombre.
Por la tempestad, vuelo, sin mojarme, el viento es quien me lleva para allá de del mar inmenso, hasta el refugio de tus brazos para tener paz.
Si la música tuviera color, blanca seria e dorada, momentos que los cielos me regalan. Atrás queda el negro, el sufrimiento, mi dolor mi tiempo, de llorar.
Sujétame en un abrazo e quiéreme, con mis defectos, mis momentos difíciles de entender, ámame solamente ámame, no preguntes, no comentes, siente, solo eso e seré feliz.
Con esfuerzo, hice e conseguí hacer mi mundo privado, por pequeño que sea, tiene tanto de bueno que nadie lo tendrá por muy grande que sea el suyo.
Déjateme ir al sabor del viento, con un poco de felicidad, besar las nubes, descansar en el arco iris de mis sueños, es lo que tengo e deseo hacer.
Oporto, 15 de Diciembre de 2012
Carminha Nieves