(Prosa aprisa por el mundo, reflexión)
Me quiero desprender de estos brazos
que entorpecen mis pasos
de estos tentáculos invisibles que la vida nos da
nos ha inventado para sobrevivir.
Quiero soltarme despacio, sin prisa
de estas manos siniestras
de aquellas otras que se extienden
con el papel, el plagio, la derrota de lo humano.
Quiero arrancarle a mi dia este lastre
esta mancilla que como una escarcha
amanece en lo cotidiano de la aurora
y que se haga la luz, la luz...
La luz tenue, que brilla en el horizonte
la luz verde, esperanzadora del mundo
que algunos podemos ver en muchos seres
en la mirada de un niño
que no sabe nada de este asunto.
Quiero arrancarme de este mundo
para otro mundo que nos inventemos
de espíritus alados, de luces que brillen en lo claro
y no de pocas luces que brillen
en las sombras muertas en que vivimos.
Quiero pero no basta
ni la fe, ni la esperanza de cada amanecer
ni la cultura derrotada de los ancestros
ni los oráculos paganos, ni los cristianos
quiero pero solo no puedo,
porque no te me juntas hermano
y caminaremos más seguros
en pos de la luz que tanto ansiamos.