De nadie
nunca he sido de nadie
no negocio mis besos
ni vendo palabras
que son alfileres
salidos del alma.
Caprichos que amarro,
al túnel del tiempo
donde te vas perdiendo,
sin volver a tenernos
donde fue muriendo
nuestro amor eterno.
De nadie
nunca he sido de nadie,
fui luna callada,
pétalos de luz
de alguna mirada,
suspendido anhelo
fundido en algún cuerpo,
todo lo que el mundo
apretó a mi cintura
se quedo
en un cielo de dudas.
Sedienta entre abrazos ,
buscando refugio
donde refugiarnos,
crisalida inerte
que muere sin verte
imposible vuelo
que no se detiene.
De nadie
nunca he sido de nadie,
con la fiebre del aire
rozando la piel
de cada tarde
nos refugiamos,
sobre espuma
de un mar de mariposas
donde nos alcanzo
el silencio de las olas.
Mientras un bucólico
diciembre
me dejo caer sin sueños
sobre un paraíso
de promesas
donde mi libertad
se muere.
Ana@ocaña