Agonizante sin ti y con el alma acongojada
Te lloro incansable abrazado a mi almohada,
Como rio corren por mis mejillas indelebles
Las lagrimas que te buscan incansables.
Sin el océano de tus ojos un silencio queda
Que a mis labios yertos sin tu beso se enreda.
Mis manos solitarias tejen recuerdos vacios
En las hileras de los danzantes días sombríos.
Sin tu luz mi cielo luce oscuro, lúgubre y vacio;
Las golondrinas se van y yo calmar este dolor Ancio,
Estoy perdido en el juncal de la tarde lánguida
Apedreando con suspiros la melancolía henchida.
Las horas largas y taciturnas sin tu ángel silueta
Resquebrajan mi vida que sin ti muere escueta.
No está en mi honda caricia ni tu mano ni tu piel,
Ya no tengo el infinito marrón de tus ojos miel.
Sin ti el dolor que me cobija es agudo e indomable,
El camino a recorrer es solitario e infranqueable.
La flor de mi beso sin tu beso yace en frio lecho,
Y yo a olvidar tu nombre reto a mi sangrante pecho.