CARLOS ALBERTO BADARACCO

HOMBRE INDIGNO, ¿FALSO CREYENTE?

 

 

¡Vete amigo!, ¡vete ya!

eres tú el exceso personificado,

eres la desacreditada acción de la lujuria.

¡Vete!, no tienes nada que hacer

entre nosotros, los puritanos.

Somos lo pulcros hacedores de la inopia,

la privación de los excesos.

Vivimos amordazados en un mundo oprimido,

donde los ardores son contenidos

a fuerza de íntimas acciones.

Nadie lo cuenta, todo se oculta.

¡Vete ya!, estamos tan ociosos de la liviandad.

¿No comprendes que la lujuria es un pecado capital?

¿Una inmunda negación de lo celestial?

Vives alejado de lo justo, de lo digno,

estás sumergido en lo profano.

lo procaz es el sello de tu inmunda vaguedad.

Eres un hito inacabado de la virtud,

un sendero ignominioso, humillante.

¡Vete!. Estás mancillando el suelo en que pisamos.

Ante Dios eres impuro, te presentas ante Él

con un desenfreno apóstata, irreverente.

¡Vete nomás y reza!, reza como has de rezar ante la muerte.

tu vida se acerca desdeñosa a ese momento

y la condena fatal se te presenta,

aunque no la veas

está ante ti socavando tu dignidad.

¡Vete ya!, ¡vete a tu mundo conspicuo y afamado!

quizás allí veas la luz que te ilumina.

 

 

Soy parte de un mundo riguroso,

donde los crepúsculos se presentan laudatorios.

Nuestra cara, es igual a la de los santos,

nuestra vida se les asemeja.

No comprendemos al mundo que nos rodea

pues se aleja, se extiende ignominioso.

¡Oh amigo!, ¡Cuán alejado estás de la verdad!

Nosotros nos apartamos de lo irreal,

dejamos las tinieblas para perdernos en la luz.

Nuestro fulgor es la osadía de negar la libídine.

Somos puros, como Dios lo es y te apartamos.

¡Cuánta razón nos llevamos alzada a nuestra tumba!...

¡Cuánto habremos de “disfrutar”

 lo que no vivimos como creyentes!

 

 

CARLOS A. BADARACCO

27/12/12

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