Como el despertar del sueño
De una noche de felicidad
Como un jilguero risueño
Cantándole a la eternidad
Como el sol entre los cerros
Como la rosa en el jardín
Como en el arroyo los siervos
Como en el cielo un serafín.
Así rebosante de alegría
En el amor volví a creer
y el sufrimiento que padecía
Lo ha borrado una mujer.
A un lado la tristeza
He dejado por su amor
Y su insigne gentileza
Curo mi gran dolor
Que la amo no sabe todavía
Si supiera que es mi inspiración
Si su amor me diera en este día
Un altar le hiciera en mi corazón
Por siempre el ser mío
La amará con mente y corazón
Aun cuando mi cuerpo inerte y frío
Descanse en el tétrico panteón
Y así sabrá una mujer impía
que no logró aniquilarme
con su descarada felonía
Porque volví a enamorarme.