CARLOS ALBERTO BADARACCO

SELECCIÓN DE POEMAS

LA IMPERICIA

 

A veces me siento ignorante

un supino y fatal inculto,

reniego de la sapiencia

al querer desprestigiar al otro.

Se puede denigrar su grandeza

aun con la cruel apatía,

quizás demuestre mi inopia

siendo un iluso pedante.

 

Me encanta escribir al humano

hacer que el mundo sea noble,

perseguir con afán la hidalguía

alabando la humildad de los hombres

 

No importa que sean ignotos

tampoco que sean soberbios,

importa sí que yo sea el experto

que entienda también mi ignorancia.

 

Dijo una vez un filósofo:

Sócrates de Sonofrisco lo dijo:

“Soy el más ignorante de todos,

el más indocto profeta

pero he de aceptar que en la vida

nunca intuiré sus verdades”

la verdad es un concepto

muy tomado del pelo,

cambia todos los días

y entonces es vano captarla.

Quien cree tener la verdad

es un necio  ignorante

pues al lado de todo lo grande,

de todo lo versátil del mundo

la mente es apenas un guisante

que nunca abarcará su grandeza

 

 

 

CARLOS A. BADARACCO

 

30/12/12

 

(DERECHOS RESERVADOS)

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EL SABIO IGNORANTE

Y EL NECIO IGNORANTE

 

Afirmó un día mi padre:

“A veces, la indiferencia y la frialdad

hacen más daño que el odio resuelto”.

Astuto era mi padre,

quizás un gentil obsecuente.

Sostuvo un día mi padre

“Tu indiferencia hará vacilar

a quien te quiere con amor verdadero,

pero esa razón insensata

no ha de tumbar su apostura”.

Es cuestión de principios,

retomar un camino sincero,

notar que lo bueno no es malo,

que lo indigno es un estado infeliz

de maldad y frialdad displicente.

Sin embargo qué grande es la hidalguía

de percibirse a  uno mismo ignorante,

ser un sabio ignorante no es igual

a juzgarse un necio iletrado.

 

CARLOS A. BADARACCO

30/12/12

(DERECHOS RESERVADOS)